La osteoartritis de rodilla
Esta semana pasada he continuado con mi formación en el Método McKenzie y una de las partes del curso se centraba en las extremidades inferiores. Uno de los estudios que nos presentaron era sobre Osteoartritis de rodilla.
En el estudio (Efficacy of exercise intervention as determined by the McKenzie System of Mechanical Diagnosis and Therapy for knee osteoarthritis: a randomized controlled trial. Rosedale R) cogieron a 180 pacientes diagnosticados de Osteoartritis de rodilla. De ellos 120 los evaluaron con el Método Mckenzie y 60 fueron al grupo control.
De los evaluados con el método, 40 fueron clasificados como derangement (es una presentación clínica caracterizada por una pérdida de movilidad que llamamos obstrucción, dónde la dirección de preferencia es un factor clave) y 59 como Otros. A los del grupo Derangement se les mandó el ejercicio espécifico que necesitaban y a los del grupo Otros, ejercicio terapéutico. A los del Grupo Control no se les mandó ejercicio.
Los resultados fueron que los grupos que fueron tratados con ejercicio mejoraron en las escalas de dolor y función, que se les pasaron antes y después del tratamiento, con respecto a los que no se les pautó. También se vió que los clasificados como derangement obtuvieron mejores resultados que los clasificados en Otros.
A la vista de este estudio se demuestra que no siempre el deterioro que vemos en la radiografía o resonancia magnética, es la causa del dolor o de la perdida de función de nuestra rodilla. Por ello, aconsejamos que antes de pensar en cirugía valoréis el visitar a un fisioterapeuta que os explore y valore la rodilla. Tal vez podamos ayudarte con tu problema.
Si necesitas una segunda opinión no dudes en ponerte en contacto con nosotros