Tendinopatía, la lesión que no te deja en paz.
Llevas tratándote esta lesión tanto tiempo que no recuerdas cuando empezó o a lo largo del tiempo te ha mejorado y cada dos por tres sientes malestar en ese sitio. Entérate de lo que te ocurre y dale solución.
Seguramente que has escuchado el término “tendinitis” (proceso inflamatorio) más de una vez y el término “tendinosis” (proceso degenerativo), pero el más aceptado hoy en día es Tendinopatía y abarca dichos procesos.
Maffulli, Khan y Puddu (1998) definen tendinopatía como los síntomas dolorosos de carácter crónico en una zona sensible y dolorosa del tendón. Cuando hablamos de este término durante la práctica deportiva, estamos haciendo referencia a un tipo de lesión muy común entre aquellas personas que practican deporte. El nivel de incidencia de este tipo de lesiones oscila entre el 30% y el 50% del total y este dato variará en función de la especialidad deportiva, del deportista y del nivel de intensidad de la práctica.
Actualmente no se considera una respuesta inflamatoria a la tendinopatía porque Alfredson y colaboradores en 2001, realizaron un estudio para buscar mediadores químicos de la inflamación, en el análisis de la muestra de varios sujetos con afectación crónica del tendón de Aquiles y no hubo algún hallazgo de mediadores químicos de la inflamación. Además también se ha demostrado que los antiinflamatorios pueden ayudar si se tiene niveles muy altos de dolor, pero no está claro qué efecto tienen en las células reales y en la patología.
CLASIFICACIÓN
Tabla 1. Clasificación de Blasona (1973)
En nuestra experiencia la mayoría de las personas acuden al fisioterapeuta cuando están en grado 3. Si lo estás leyendo y tienes algunos de estos síntomas no esperes a darle solución ya que cuanto más síntomas tenga la tendinopatía más difícil será su recuperación.
FACTORES
La Tendinopatía puede ser causada por muchos factores de riesgo diferentes, los principales:
- Debilidad muscular
- Alteraciones biomecánicas
- Postura incorrecta sostenida por mucho tiempo
- Sobreuso
- Movimientos repetitivos
- Métodos de entrenamiento erróneo (intensidad, duración y frecuencia de elevada intensidad)
- Traumatismos
- Hipovascularidad
- Otros
TRATAMIENTO
En la actualidad el tratamiento por excelencia entre los expertos es el ejercicio físico junto a otros métodos fisioterapéuticos. La tendinopatía no mejora con el reposo. El dolor puede asentarse, pero volver a la actividad es a menudo doloroso porque el descanso no hace nada para aumentar la tolerancia del tendón a la carga.
El ejercicio es el mejor tratamiento basado en evidencia para la tendinopatía. Los tendones necesitan ser cargados progresivamente para que puedan desarrollar una mayor tolerancia a las cargas que un individuo necesita soportar en su vida cotidiana. En la gran mayoría de los casos la tendinopatía no mejorará sin este estímulo de carga vital. La modificación de la carga es importante en el tratamiento del dolor del tendón ya que implica la reducción de la carga del tendón. El ejercicio necesita ser individualizado y personalizado para cada paciente. Esto se basa en el dolor del individuo y la presentación de la función. Debe haber un aumento progresivo en la carga para permitir la restauración de la función como objetivo mientras se respeta el dolor.
La tendinopatía raramente mejora a largo plazo con sólo tratamientos pasivos tales como masaje, ultrasonido, inyecciones (infiltraciones), terapia de ondas de choque, etc. El ejercicio es a menudo el ingrediente vital y los tratamientos pasivos son adjuntos. Las inyecciones múltiples (infiltración de corticoides) en particular deben ser evitadas, ya que esto se asocia a menudo con un peor resultado y sobre todo a largo plazo.
Esta lesión responde muy lentamente. Tener paciencia y asegurarse de que el ejercicio es correcto y progresar adecuadamente es la mejor opción.
El ejercicio excéntrico es el más utilizado para la reducción del dolor en la tendinopatía porque según la literatura propone que un programa de ejercicio excéntrico:
- Afecta a la producción de colágeno tipo I, lo que a largo plazo provoca un aumento del volumen tendinoso.
- Se incrementa la fuerza tensil en el tendón.
- El efecto del estiramiento repetitivo de la unidad músculo tendinosa supone una mayor capacidad para absorber las cargas.
Además, las estructuras vasculares y nerviosas encontradas en tendones dolorosos desaparecen con la contracción muscular y el estiramiento.
Esperamos que la información le haya resultado útil, si necesitas que te ayudemos a solucionar dudas o quieres pedir cita para que estudiar tu caso, ponte en contacto con nosotros.